Como bien sabéis, el nombre de Croquellanas nace de la unión de nuestro producto estrella, las croquetas, con su lugar de origen: Morella. Es por ello que hoy queremos contaros la historia de la croqueta como alimento y su evolución en nuestra gastronomía.

Dónde nacen las croquetas

Aunque las croquetas son un plato típico y muy presente en la cocina española, su origen se encuentra en Francia y se remonta a 1817, según las referencias más antiguas.

El cocinero francés Antonin Carême trabajaba en la corte de Luis XIV y era conocido como el “rey de los chefs y el chef de los reyes”. En una ocasión especial de un banquete con el príncipe regente de Inglaterra y el Archiduque de Rusia, este cocinero introdujo un plato sorprendente de bechamel recubierta por una capa gruesa y crujiente, al que denominó “croquettes à la royale”. Fue a partir de este momento cuando las croquetas se empezaron a considerar un manjar típico de la cocina de la nobleza y se dieron a conocer a nivel internacional.

Su origen etimológico proviene de la palabra francesa “croquer”, cuyo significado es el de crujir. El diminutivo de croquer es croquette, y de ahí se tradujo al español como croqueta.

Este plato tuvo buena acogida ya que se vivía en una época de dificultades económicas, y los ingredientes para su cocinado se basaban en la cocina de aprovechamiento. De hecho, la croqueta básica está hecha de la carne sobrante de los cocidos y estofados. A partir de ahí, la croqueta fue evolucionando en sus rellenos, con ingredientes como el jamón, pollo, queso o espinacas.

Croquetas de Croquellanas

En Croquellanas sabemos cuáles son los sabores de croquetas más agradecidos para el paladar y por eso tenemos un amplio surtido de croquetas dulces y saladas, basados en materias primas típicas de nuestra zona, naturales y de la máxima calidad.

Nuestra croqueta más típica es la Croquellana morellana, hecha de carne proveniente de la Olla típica de Morella. No menos ricas y sabrosas están las demás croquetas: boletus edulis, setas, foie, cordero trufado, rape, espinacas con queso, morcilla con piquillo, setas con foie, alcachofa con jamón, requesón con almendra y turrón.

Lo bueno de las croquetas es que pueden presentarse en diferentes formas, como aperitivo, plato principal, acompañamiento e incluso como postre o merienda, en el caso de las dulces.

Desde Croquellanas os invitamos a probar nuestras croquetas únicas, típicas de la zona de Morella. La fina oblea que recubre el contenido interior, se fríe en tan sólo 3 minutos y permite combinar un mordisco crujiente con el sabor intenso de sus ingredientes.

¿Unas Croquellanas? 😉

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