Hoy queremos profundizar en una de las materias primas de nuestros productos con más sabor y aroma, la trufa negra.
La trufa negra, diamante del bosque o diamante negro, como también la llaman, tiene una larga historia dentro de la gastronomía, y en las últimas décadas ha tomado fuerza en la alta cocina, sobre todo en España, Italia y Francia, aunque ya es altamente valorada a nivel mundial.
Este hongo hipógeo (que vive bajo tierra) nace y se desarrolla gracias a una simbiosis con el sistema de raíces de las plantas. De estas toma la clorofila de la que está privado, mientras que por su parte, les ofrece nutrientes, sales y minerales que mejoran el crecimiento de dichas plantas. Los árboles que mejor conviven con las trufas son las carrascas, robles, castaños, nogales…
El interior de Castellón ofrece unas condiciones climatológicas ideales para la proliferación de trufa negra, por lo que destaca tanto por su cantidad de trufas silvestres como por el crecimiento de empresas truficultoras que desarrollan el cultivo de este hongo.
En Croquellanas somos amantes de la trufa negra y es por ello que una de nuestras croquetas morellanas está elaborada con cordero trufado. Los ingredientes que componen esta croquellana son: carne de cordero, leche, harina de trigo, aceite de girasol, cebolla, sal, ajo, especias, brandy trufado, huevo y pan rallado.
El brandy de trufa negra ofrece una fragancia intensa y un sabor suave y delicado, perfecto para aderezar todo tipo de carnes guisadas como el cordero que utilizamos en nuestras croquetas.
Además, muchos de nuestros productos pueden maridar perfectamente con la trufa negra, como las mousses, los fritos de cerdo o conservas como las alcachofas en aceite de Croquellanas, que condimentadas con un poco de trufa fresca rallada por encima, ofrecen un sabor único y maravilloso.
Y vosotros, ¿sois amantes de la trufa negra? Esperamos vuestras opiniones.